Hoy os ayudamos a saber cómo elegir un disipador. Si es tu primera vez en el mundo de la informática, el disipador térmico es un componente de hardware que suele acompañar a un procesador de PC, el que consiste básicamente en un pequeño ventilador montado sobre una base de aluminio que ayuda a mejorar las temperaturas de cualquier componente que lo tenga instalado.
En la estructura de todo ordenador, el disipador de calor cumple una función fundamental, tratando de reducir la temperatura que adquiere el procesador cuando se encuentra en pleno funcionamiento, mejorando así su rendimiento.
Las temperaturas de un PC suelen aumentar con las diferentes tareas que se ejecutan en este, haciéndose visible una mayor temperatura cuando se usa el ordenador para ejecutar juegos pesados. En estos momentos, el procesador comienza a subir la temperatura, por lo que aquí aparece el disipador térmico para eliminar todo este calor interno.
A su vez, también hay otros componentes que provocan el aumento de temperatura cuando están funcionando, como la fuentes de alimentación y la tarjeta gráfica. Todo esto hace que la temperatura de la caja aumente de manera significativa.
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Conociendo más sobre la temperatura de la CPU
Todo procesador moderno está fabricado para soportar ciertas temperaturas máximas. Superado este límite de temperatura, el procesador podría experimentar fallos o daños.
En efecto, los procesadores actuales tienen la capacidad de disminuir la carga de trabajo en caso de que se llegue a una temperatura demasiado elevada, debido a que incluyen una tecnología llamada estrangulamiento térmico (thermal throttling), con la que se enfocan en bajar la frecuencia para evitar llegar al límite que nadie desea: que se apague el PC.
En sintonía con esto, a través de la BIOS de la placa base se puede acceder a algunas funciones con las que se puede reiniciar o apagar el ordenador si se da el caso de que la temperatura se eleve más de lo recomendado, previniendo daños constantes.
Cuando hablamos de la temperatura de un procesador, podemos diferenciar dos medidas que son las más utilizadas: Tcase y Tjunction (TjMax).
Tcase hace referencia a la temperatura que es medida en la superficie externa (encapsulado) del IHS, más precisamente en la parte central, y que siempre debería ser menor a la temperatura Tjunction.
Por su parte, Tjunction es la medida que indica la temperatura del núcleo del procesador, y que se calcula mediante el DTS (Sensor Digital Térmico). Este sensor se encuentra en el punto de más calor del núcleo, y cuya función consiste en guardar el valor de la temperatura en un registro de la CPU. De esta forma, el resultado de esta medición puede ser accedido y leído a través de un software desde el mismo PC.
Existen varios factores que determinarán la temperatura de la CPU. Especialmente, es de vital importancia el tipo de litografía que se usó para diseñar el procesador. Así, si tenemos un procesador diseñado con una litografía de 14 nm o menos vamos a disfrutar de un mejor rendimiento de la energía que si tuviéramos un procesador con litografía de 45 nm.
Lo cual quiere decir que no será necesario un disipador demasiado potente para disipar de manera adecuada el calor del procesador. Para conocer la información acerca de la temperatura Tcase, el TDP y el tipo de litografía se deben consultar las especificaciones del procesador.
Técnicas avanzadas de disipación
Los usuarios fanáticos del overclocking llevan al extremo el rendimiento de los procesadores, con lo que provocan que las frecuencias de operación experimenten un aumento desproporcionado. Lógicamente, hacer overclocking a niveles extremos produce un calor extremadamente elevado, que tendrá que ser disipado utilizando métodos del mismo modo específicos.
En estos casos, para refrigerar de forma adecuada un procesador expuesto al overclocking se utiliza nitrógeno líquido, con lo que se consigue que no se dañe la CPU.
Una alternativa al overclocking que logra resultados parecidos es abrir el procesador retirando el IHS, un procedimiento llamado delid y que se puede hacer de varias formas.
Con el delid se reemplaza la pasta térmica que se encuentra entre el núcleo y el IHS por otra de mejor rendimiento, con lo que se busca que haya una mayor conductividad del calor que debe ser disipado.
Cabe aclarar que este es un método qeu supone varios riesgos, y que tiene que llevarse a cabo con el mayor cuidado porsible para evitar que el procesador termine inutilizable.
Para finalizar, se puede usar también el método de lapping (lapeado), con el que se busca alisar la superficie que hace de nexo entre el procesador y el disipador, y quitarle la mayor cantidad de rugosidad que se pueda
Para hacer el lapping se pueden usar diferentes componentes abrasivos que se encargarán de darle a la superficie de aluminio un aspecto alisado, como si se tratara de un espejo.
Tipos de disipadores
Después de haber explicado los puntos más relevantes que tienen influencia en la compra de un disipador, solo resta enforcarnos en el tipo de disipador que necesitará nuestro PC. En las tiendas que venden tecnología, además de encontrar los típicos disipadores de stock, que son los que ya vienen con el procesador, también se pueden distinguir otros dos tipos: disipadores por aire y disipadores líquidos.
Disipadores por aire
Para todos aquellos usuarios que tengan en mente aumentar considerablemente el rendimiento del procesador a través del overclocking, la opción más aconsejable será la compra de un disipador por aire, o sea, un tipo de disipador que reemplace al de stock, para así conseguir el rendimiento que se busca.
Una de las características destacadas de estos disipadores es que son sumamente silenciosos, lo que dependerá también de las revoluciones a las que funcione el ventilador. En el mercado hay una amplia variedad de modelos con distintas especificaciones.
Para elegir el disipador que mejor se adapte a la configuración del PC, es necesario poner el foco en las siguientes características:
- Debe ser compatible con la placa base
- Examinar con qué materiales con los que fue fabricado
- El tamaño que ocuparía en la caja del PC
- El nivel de ruido que genera, el CFM y la velocidad del ventilador
Para saber si el disipador que estamos a punto de elegir es efectivamente compatible con nuestra placa base será tan fácil como consultar sus especificaciones en la página web del fabricante. Entre toda la información que se encontrará, habrá un punto en el que se indique cuáles son los sockets con los que es compatible este disipador.
No se debe pasar por alto ni restar importancia al tema del tamaño que tiene el disipador. Esto se relaciona con los problemas que podrían surgir cuando se eligen disipadores de gran tamaño que intefieren en el normal funcionamiento del PC.
Al mismo tiempo, los disipadores se pueden distinguir en dos tipos diferentes: modelos de torre y modelos de bajo perfil.
Debido al poco espacio que ocupan, los disipadores de bajo perfil son perfectos en todas aquellas pequeñas configuraciones de PC. Por su parte, los disipadores de torre presentan un diseño más eficiente para refrigerar el procesador, lo que los convierte en los disipadores más comprados.
Otro punto importante es el material con el que fue fabricado el disipador, dado que esto puede incidir de forma directa en el desempeño que tendrá el disipador para refrigerar la CPU.
Siempre teniendo en cuenta que el cobre cuenta con un mayor poder de conductividad térmica que el aluminio, material con el que se consigue disipar más calor.
Volviendo al punto del tamaño, también hay que considerar las dimensiones que tienen los ventiladores. El primer motivo es porque cuanto mayor sea el tamaño, más alto también será el CFM, contando siempre con la misma rotación. Este parámetro nos señala la cantidad de pies cúbicos por minuto, o sea, el volumen de aire que transita por los ventiladores por minuto.
Cuanto más alto sea este parámetro, más rápido y con más eficacia podrán los ventiladores refrigerar al disipador.
De igual modo, cuanto más grandes los ventiladores, se necesitará una menor cantidad de rotaciones por minuto (RPM) para obtener el rendimiento adecuado, lo que a su vez genera una reducción del ruido emitido.
Refrigeraciones líquidas
En caso de que estés buscando un disipador más avanzado y con la capacidad de refrigerar una CPU bajo estrés mientras está siendo sometida al overclocking, lo que más se recomiendan son los disipadores líquidos.
Es adecuado mencionar que hay algunos modelos de disipadores por aire que tranquilamente pueden alcanzar un rendimiento similar a lo que ofrece un disipador líquido.
Estos disipadores están compuestos por dos partes principales: el radiador que incluye ventiladores, utilizado para enfriar el líquido refrigerante, y la base, denominada “bloque frío”, que se adhiere al procesador.
De igual modo, con este tipo de disipador es necesario, antes de su compra, verificar si efectivamente es compatible con el socket de nuestra placa base. Van a ocupar más espacio al estar instalados en la caja del PC, más que el espacio que ocupan los disipadores por aire, si bien la base que ajusta al procesador normalmente es más pequeña.
Estos disipadores acostumbran a presentar un rendimiento más óptimo que los disipadores por aire, si bien es cierto que no siempre es de esta forma.
Entre las refrigeraciones líquidoa también podemos hacer una diferenciación entre dos tipos: los modelos todo en uno (AIO) y los modelos personalizados.
En el primer grupo nos encontramos con refrigeraciones líquidas que pueden comenzar a usarse apenas se sacan de la caja en la que vienen de fábrica. Estos incluyen un radiador que se fija a la caja y mangueras que finalizan unidas a un bloque en el extremo, el cual entra en contacto directo con el procesador.
Por otra parte, las refrigeraciones personalizadas ofrecen bloques de agua y tubos que se pueden configurar. Con esto se obtiene un sistema completo de refrigeración totalmente configurado y una apariencia muy personalizada a nivel global.
El punto negativo de un disipador personalizado es que necesita de conocimientos para ser configurado correctamente, un mantenimiento de forma regular y precios elevados. Por este motivo esta refrigeración líquida suele ser elegida solo por auténticos fanáticos y conocedores de todos estos aspectos técnicos.
En resumen, un disipador líquido todo en uno será mucho más fácil de instalar, junto con un precio más económico, convirtiéndose de esta forma en la elección más natural para la mayoría de los usuarios.
Disipadores de stock
Los disipadores de stock ya vienen incluidos de fábrica junto a los procesadores de AMD e Intel. Pueden ser usados para darle refrigeración a cualquier procesador de estos dos fabricantes, aunque si el usuario tiene pensado hacer overclocking, no son el tipo de disipador recomendado.
En efecto, en pleno proceso de overclocking se da un significativo aumento de la frecuencia del procesador, generándose así más calor, el que no puede ser eliminado de forma correcta por un disipador de este tipo.
Por este motivo, aquellos procesadores Intel que aceptan el overclocking vienen directamente de fábrica sin disipador de stock (la mayoría de veces, excepto con AMD), ya que se entiende de forma natural que no servirán para aplicar esta técnica. Siendo necesario en estos casos un disipador capaz de eliminar todo el calor excesivo del overclocking.
En caso de que no estés pensando hacer overclocking, podrás usar sin ningún problema un disipador de stock, el que ya suele venir de fábrica con la pasta térmica aplicada en su superficie. De esta forma, lo único que tendrás que hacer es colocar de forma correcta el disipador sobre el procesador.
Cómo elegir un disipador
Cuando tenemos que elegir un disipador térmico para un procesador en específico debemos, como primer paso, verificar varios aspectos lo suficientemente importantes, como lo son el TDP, la compatibilidad con el socket, el aspecto de la placa base, las dimensiones de la caja del PC y otras especificaciones propias de todo disipador.
Potencia de diseño térmico (TDP)
Para comenzar a evaluar cuál es el disipador indicado debemos analizar cuál es su potencia de diseño térmico, habitualmente llamada TDP.
Este valor, que se mide en vatios, es en efecto la cantidad de calor que genera la CPU y que tendrá que ser eliminada por el disipador con el fin de conservar la temperatura de este componente bajo un límite que no supere su máximo.
Cuando se desea saber cuál es el valor del TDP, existen varias formas. Una de ellas es dirigiéndose directamente a la página web del fabricante del procesador y allí buscar según el modelo del mismo. Luego de que hayas encontrado el modelo de tu procesador solo tendrás que buscar el dato sobre el TDP del mismo.
Una alternativa para saber cuál es el TDP de un procesar es abrir un buscador web como Google y escribir la marca y modelo de la CPU. Aparecerán varias páginas entre la web del fabricante, tiendas y blogs mencionando el valor exacto del TDP.
Para finalizar, en caso de que ya hayas instalado el procesador en la caja del PC, también tienes la opción de saber cuál es el TDP, simplemente descargando el software gratuito CPU-Z y ejecutarlo para que analice el sistema y obtenga este valor.
Placa base: socket
Otra cuestión a tener en cuenta para elegir el disipador correcto para nuestro sistema es chequear las especificaciones técnicas y físicas de la placa base, esto es, el aspecto y el socket utilizado. Respecto a este segundo punto, es tan sencillo como ingresar a la página web oficial de la placa base y chequear el apartado relacionado al socket.
Otra forma también fácil de saber qué socket usa la placa base es instalando el software CPU-Z y observar la información en el ítem Package.
Dimensiones de la caja
Otro componente que tiene influencia para decidir qué disipador comprar es las dimensiones de la caja. Con el objetivo de saber exactamente cuál es este tamaño, lo más rápido es acceder nuevamente a la página web del fabricante de la misma y tomar los datos de allí. Hay que prestar atención a cuáles son las medidas máximas soportadas para la instalación del disipador.
Conclusión acerca de cómo elegir un disipador
Hasta aquí hemos especificado varios aspectos esenciales con el objetivo de comprender en qué sentido puede servir un disipador térmico y por qué guarda vital importancia para el buen rendimiento de un ordenador.
En todos los casos, elegir el disipador adecuado nos otorgará el beneficio de que el procesador del PC funcione a menores temperaturas y mejore su rendimiento.
Los disipadores de stock que ya vienen incluidos con el procesador suelen ser suficientes siempre y cuando hagamos un uso normal del ordenador, sin exigirlo demasiado y menos aún someterlo a técnicas de overclocking.
El disipador por aire será la mejor opción si para ti tienen prioridad el presupuesto a invertir como la facilidad para instalar este componente.
Cualquiera sea el tipo de disipador que vayas a elegir, no olvides de verificar el espacio disponible que hay en la caja así como calcular el TDP antes de tomar una decisión.
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Por último, ya sea que estés buscando hacer overclocking a un alto nivel de frecuencias en tu ordenador como si te hayas decidido por un disipador de stock para un uso normal del PC, en ambos casos siempre será aconsejable que eches un vistazo a la refrigeración que está usando el procesador. ¿Te ha sido útil nuestra guía de cómo elegir un disipador paso a paso?